Antes del COVID leí 3 libros:
- 21 lecciones para el siglo 21 – Yuval Noah Harari
- Superpotencias de Inteligencia Artificial – Kai Fu Lee
- Hablando con extraños – Malcolm Gladwell
Durante el COVID leí el libro de Andrés Oppenheimer: ¡Sálvese quien pueda!
Antes del Covid19, la conversación y discusión sobre el impacto de estas tecnologías en la vida de los humanos era súper interesante, pero lo veía pasando en un mediano plazo (5-10 años) para empezar a ver todos esos cambios increíbles.
Durante el Covid empecé a ver como el mundo se acelero y así también el comportamiento de los humanos en su frenética adopción de estas nuevas tecnologías.
Después de que dejemos de enfocarnos en la crisis de salud tendremos que obligatoriamente enfocarnos en la crisis y realidad económica. Lo que se estableció durante el COVID19 fue un Nuevo Orden Mundial, cuyo motor es la tecnología, lo digital, la robótica, el “machine learning” y la inteligencia artificial.
El mundo esta cambiando a un ritmo mas rápido del que podemos como sociedad adaptarnos.
Aun así, es increíble como hemos cambiado nuestros comportamientos sin tanta resistencia por que la misma pandemia nos ha obligado a hacerlo.
Le dábamos demasiado valor a la reunión presencial – ya no es necesario.
Estamos trabajando en la casa, estudiando en la casa – todo desde una compu o un celular.
Al no poder abrazarnos hemos aprendido a relacionarnos de forma virtual, tal vez el cambio mas abrupto y mas difícil de aceptar ya que somos seres sociales, emocionales y afectuosamente “latinos” que nos gusta abrazar, besar y estar cerca los unos a los otros.
Aun y cuando tengamos la vacuna, no volveremos a ser los mismos. Nuestros comportamientos cambiaron y así también nuestros paradigmas. Hemos validado en meses un montón de cosas que nos hubiéramos tardado 5-10 años en hacerlo.
Los avances tecnológicos que están pasando en el área de Inteligencia Artificial (AI) y robótica. Esta combinación de factores está cambiando la economía mundial y el relieve de trabajos, despareciendo algunos trabajos que antes los hacían humanos y transformando otros.
Tal vez antes de la pandemia al hablar de estos temas los hubiéramos aplazado y hubiéramos dicho “si si pero todavía no” así como hablamos al referirnos a la segunda venida de Jesucristo.
Pero ahora esta conversación y su implicación en nuestra vida cotidiana es inevitable. Lo estamos viendo, esta pasando y no estamos listos.
Surgen preguntas difíciles a las cuales solo el tiempo nos dará la respuesta:
¿los robots nos van a reemplazar hasta donde?
¿qué nos diferencia de las maquinas realmente?
¿qué cosas no van a poder hacer los robots y el AI?
¿qué le digo a mi hijo que estudie si de pronto cuando salga de la Universidad habrá un robot que haga lo que el/ella estudio?
¿qué va a pasar con el trabajo que tengo hora? ¿seré reemplazado por un robot?
La lista de preguntas e inquietudes es interminable pero valida. Realmente ¿qué va a pasar?
Solo el tiempo nos dará la respuesta. Si los cambios en tecnología nos dan mas libertad, nos elevan la calidad de vida y nos ayudan pues poco a poco iremos confiando mas y mas en estas nuevas tecnologías y nuestra resistencia al cambio ira disminuyendo en la medida que aceptemos que estos cambios son para bien, que mas que reemplazarnos estas cosas nuevas nos vienen a ayudar como herramientas de apoyo para la vida.
Yo veo estos cambios como una oportunidad y no como una amenaza. Creo firmemente que esta discusión y el cambio de modelo al que estamos obligados si queremos sobrevivir en este nuevo mundo debe ser un tema central en la agenda de los países tanto en el sector publico como en el sector privado.
La democratización de la tecnología, el incentivo agresivo a la inversión en empresas que son parte de una cadena de valor digital, la revolución de la educación y formación y el acceso barato a la tecnología y especialmente la conectividad son algunos de los temas que deben estar en el centro de cualquier propuesta de modelo de país y en todas las agendas políticas serias.